Nuevas historias, nuevas líneas de investigación y nuevas colaboraciones nos impulsan hacia adelante. Hoy me uno a la celebración de todas las mujeres extraordinarias — aquellas que están con nosotros y aquellas que nos precedieron — quienes nos inspiran a generar cambios. Las mujeres que nos enseñaron a soñar, que nos mostraron compasión y que nos ofrecieron una perspectiva moral sobre lo que se considera justo y bueno.
Sobre todo, hoy reflexiono sobre la realidad de que la historia de las mujeres está marcada tanto por la resiliencia como por una lucha extenuante, moldeada por un mundo que demasiadas veces nos ha ignorado o maltratado. Con esta verdad en mente, les deseo a todas un hermoso Día Internacional de la Mujer.
Este día resalta la notable fortaleza y sabiduría que las mujeres aportamos continuamente a la sociedad.
Nosotras, las mujeres, somos una sola — sin importar de dónde venimos, el idioma que hablamos o las tradiciones que llevamos en el corazón. Estamos unidas y más fuertes que nunca. Juntas, seguiremos tumbando todas las barreras, estereotipos e injusticias que amenacen nuestras libertades. Nuestro camino no se trata sólo de quiénes somos — o de quiénes fuimos — sino de quiénes llegamos a ser. Somos las hijas de madres que allanaron el camino, las nietas de mujeres que aguantaron la tormenta cuando no tenían otra opción. Y somos las hermanas y amigas que ahora se levantan para tumbar los muros que nos han mantenido fuera.
Cómo Latina, llevo conmigo la fuerza y los sueños de las mujeres indígenas, la mujer latina. Estoy aquí por ellas, por nosotras. Y a ti, querida lectora o lector, quiero que sepas esto: tu historia, tu voz y tus sueños son vistos y escuchados. Creo en ellos, y creo en ti.
En Khipú, creemos en el poder de las mujeres. Nos solidarizamos con ellas y reafirmamos que ahora más que nunca, sus voces y su hermandad deben estar al frente de los debates contemporáneos y del discurso académico.
Con admiración,
May